























La luz de la memoria
Desde la invención de la primera cámara Kodak, a fines del siglo XIX, la fotografía ha establecido una relación privilegiada con la cotidianeidad. Gracias a su versatilidad y facilidad de uso, las pequeñas cámaras se volvieron compañeras indispensables de viajes y excursiones, así como de fiestas y celebraciones familiares. Con el paso del tiempo, la facilidad que ofrecían para registrar momentos dio paso a un nuevo género de fotografía: la instantánea, con la que se empezó a registrar momentos y circunstancias de toda índole, desde las más importantes hasta las más banales. Con ello, la vida cotidiana cambió de rostro y empezó a parecerse cada vez más a un álbum de fotografías.
Mucho antes de la revolución digital, el cultivo de este género encontró en cámaras como la Polaroid, la Diana y la Holga la herramienta ideal para el registro de todos los aspectos de la vida diaria. Lejos del refinamiento de las cámaras réflex, la óptica de plástico de estas cámaras o sus sistemas de revelado instantáneo devino en un estándar en el registro de lo cotidiano, uno que hoy nos sabe a nostalgia y que, a pesar de sus limitaciones –o precisamente gracias a ellas– generó una estética que hoy consideramos vintage: un aire a recuerdos de la infancia y a momentos en los que la peculiaridad de la luz se convierte en
el aura de lo memorable.
Es precisamente eso lo que explora Dante Pineda en La luz sobre las cosas: un registro de momentos cotidianos en los que la luz se vuelve protagonista porque genera la atmósfera del recuerdo. Y no es casual, ciertamente, que Pineda recurra a cámaras con óptica de plástico o sistemas de revelado instantáneo para su trabajo. Lejos de la nitidez extrema de los megapíxeles siempre en aumento de las cámaras digitales actuales, las imágenes de La luz sobre las cosas hacen de lo low-tech una virtud y logran rescatar la particularidad de la luz de Lima, esa que se vuelve tan propicia para revivir los recuerdos de infancia y dotar a las imágenes de emoción.
Carlo Trivelli
curador